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Me sorprende con que precisión están hechas las galletas glaseadas de Micarina y la de detalles que tienen. Son tan bonitas con sus colores pastel que casi darían pena comérselas.
Detrás de Micarina está Mika Ogawa, estudió en la prestigiosa escuela Le Cordon Bleu, después de llegar a convertirse en chef de repostería, lo cual era su sueño, decidió especializarse en fabricar toda clase de dulces hasta llegar a personalizarlos para revistas, libros de caramelos y exposiciones. Convirtiéndolos así, sus galletas de ensueño, en un elemento decorativo que da encanto a cualquier fotografía.
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Imágenes via Micarina