“Follow me” repite con su suave y rasposa voz Amanda Lear, la llamada “Reina blanca de la música Disco” que durante los años 70 cautivo al público Europeo y expandió su incomparable estilo alrededor del mundo. Artista y musa al mismo tiempo, Amanda Lear parece estar siempre cubierta de un misterio que la hace brillar como una piedra única e irrepetible.
La historia parte en Paris a mediados de los años 60, cuando buscando la manera de financiar sus estudios de arte, participa como modelo en una pasarela de Paco Rabanne, hito que le permitió entrar por la puerta ancha al mundo de la moda, siendo retratada por Helmut Newton, Pierre & Gilles, entre otros fotógrafos top de la época, para revistas como Elle y Vogue.
Amanda deja sus estudios suspendidos y pasa a ser modelo a tiempo completo y a codearse con los creadores y la bohemia de la época. Pero el fulgor de esta criatura de orígenes desconocidos (se supone nació en Hong Kong en 1939) estaba por sobre las pasarelas, las fotografías y fiestas, se convierte en inspiradora y amiga del joven David Bowie quien produce su primer disco y a quien se sindica como el responsable de echar a corren el mito de la supuesta transexualidad de la incipiente estrella, en una época en que despuntaba en la escena artística europea el juego de la ambigüedad de genero y la imagen andrógina que el mismo Bowie explotaría para si mismo.
Amanda protagoniza la portada del disco For your Pleasure de Roxy Music donde enfundada en un vestido negro y lustroso y sosteniendo con una cadena a una pantera, vuelve a cautivar al mundo entero y a transformarse en icono. Así, colabora e inspira a variados músicos y artistas, pero es sin duda una de sus alianzas mas emblemáticas y duraderas la que forma con el pintor surrealista Salvador Dali: Cuenta el mito que el flechazo fue inmediato y que ella le abrió las puertas del ambiente under londinense, la fotografía y la vanguardia de la moda y el la llevo a España y a Paris para mostrarle los museos y los salones junto a su esposa Gala, quien también la adoró y le pidió que cuidara del pintor cuando ella ya no estuviera. Amanda Lear fue inmortalizada en las pinturas de Dali, protagonizando sus obras, acompañándolo en una suerte de “ Matrimonio Espiritual” que ella luego plasma en el libro autobiográfico “Mi vida con Dali”.
Multifacética y única en su especie, esta artista transita por los formatos, va de la actuación a la animación, de la música a lo plástico, de musa a creadora, Inclasificable y a la vez icónica su paso por la música nos dejó himnos inolvidables como “Queen of Chinatwon”, “Tomorrow”, “Follow me” entre otros y un imaginario estético que completan sus alucinantes videos, que la sitúan en el olimpo de las divas que nos inspiran eternamente.