Reconocida por ser la gran exponente femenina de la nueva ola checa, Věra Chytilová no sólo realizó películas transgresoras sino también lo fue ella misma.
La censura pocos días después del estreno de Las Margaritas (Sedmikrásky, 1966) fue parte de los sombríos problemas políticos a los que se enfrentó. Vera tuvo esconder cada nueva idea que proyectaba, a pesar de eso siguió trabajando y se mantuvo en su país -muchos de los artistas de su época lo abandonaron- atendiendo a la prohibición de exhibir su trabajo. Después de realizar 24 películas, Vera partió ayer a los 85 años de la mano de una enfermedad desconocida.
Más allá de sus emblemáticas cintas que nos brindan imágenes de un hermoso e intenso mundo femenino, Vera fue una mujer que nos dejó un legado de lucha por el derecho de expresión e igualdad de género.
Las Margaritas (Sedmikrásky, 1966) Escena de las mariposas
El fruto del paraíso (Ovoce stromů rajských jíme, 1969)